El inquilino se entera cuando se produce el emplazamiento, es decir, cuando el Juzgado le notifica la demanda junto con un requerimiento judicial en el que se le informa del inicio del procedimiento y se le da diez días para que pague, abandone la vivienda o se oponga a la demanda.

Desde que se presenta la demanda hasta que recibe ese requerimiento pasan unos dos meses, hay veces que incluso más tiempo, ya que si el Juzgado que «ha tocado» tiene mucho retraso también se retrasará este plazo.

En todo caso en derecho por desgracia esto no es mucho tiempo, teniendo en cuenta el gran volumen de procedimientos que se tramitan por cada Juzgado, lo importante es que el inquilino recibe este emplazamiento judicial junto con la demanda que es mucho más coercitivo que un burofax.